Partido lleno de sorpresas:
La primera de ellas es que no sufrimos la nevera.
La segunda que ante la mermada situación física de Tito (lesionado por su compañero en el anterior partido contra los cuatreros del padel), se destapo un sorprendentemente mejorado Bienvenido.
Su juego vivaz y siempre incisivo produjo destrozos en el juego de sus rivales. Para muestra las veces que se vieron obligados a despejar bolas comprometidísimas con el resultado siempre negativo para nosotros de impactar en el cristal.
La tercera el bolon que se jugo Miguel Ángel; desde su campo golpeo y habiendo rebasado la pelota la verja en nuestro campo volvió al campo rival; golpeando en la reja de los rivales y saliendo fuera.
Jugada solo al alcance de los Elegidos.
Grande Miguel.
Una vez más agradecer el trato amable y cariñoso por parte de todos y cada uno de los miembros de la familia Jelosa.
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